Los tolupanes fueron los habitantes de la Costa Norte, desde el valle de Sula hasta Trujillo y hacia el sur hasta el lago de Yojoa. Fueron vecinos de los mayas y de los lencas, con influencias entre sí, importantes. Lugares como Puerto Escondido y Cerro Palenque se vinculan a estos distinguidos artesanos y cultivadores. Sus vasijas de alabastro se encuentran entre los trabajos más hermosos del área. Sufrieron una drástica despoblación al ser trasladados en masa a servir como esclavos en las plantaciones de las Antillas, ya iniciada la ocupación española. Pequeños grupos sobrevivieron la conquista y se refugiaron en las montañas de Yoro, por eso en la colonia fueron denominados jicaques o indios insumisos.