Con Guatemala, Honduras es el país que ofrece mayor riqueza, sobre todo arquitectónica en obras como la Catedral de Comayagua, el templo de San Miguel de Tegucigalpa o las estupendas iglesias en pueblos de indios como las de San Pedro de Colohete, la Campa, Belén Gualcho. Estos trabajos fueron realizados por la propia población que los financió y construyó en mayor proporción que las autoridades españolas. En iglesias como la de la parroquia de los Dolores en Tegucigalpa puede apreciarse la contribución de la mano de obra mestiza, compuesta por los pardos, mezcla de indígenas, africanos y españoles criollos.