El edificio en su diseño arquitectónico es de estilo ecléctico con detalles Neoclásicos, siendo los detalles más sobresalientes, el Escudo de Honduras en la fachada principal y las escaleras en el interior.
El edificio consta de una planta rectangular con fachadas planas y tres patios interiores. Sus fachadas muestran muchos elementos repetitivos como ser las pilastras y ventanas que lo adornan y rompen con la monotonía que causan las molduras y sus líneas horizontales.
Es el primer piso, los capiteles de estas pilastras son de orden corintio, mientras que en el segundo piso son de orden compuesto, aquí cada una de las ventas esta rematada con una cornisa. También se puede apreciar un zócalo de piedra tallada que rodea el edificio y también las que definen sus esquinas, las cornisas están ubicadas definiendo los niveles del edificio.
A finales del 2004, el edificio es sometido a una ardua labor de restauración después de largos años de abandono y deterioro. El objetivo primordial fue eliminar todos los elementos agregados y devolver la forma original con que fue concebido y proporcionarle cambios estéticos y estructurales para su conservación a través de los años y equiparle con estándares de calidad en materia museográfica, avanzados sistemas de información, seguridad y tecnología de punta.

