hace 20 millones de años, existía un corredor marino entre el archipiélago volcánico centroamericano y Sur América, impidiendo la comunicación de la fauna terrestre entre ambos hemisferios. Hace 12 millones de años Centroamérica continuaba desplazándose hacia el Este, hasta colisionar con Sur América. Esta poderosa fuerza de colisión ocasionó la arrugada característica del montañoso paisaje hondureño. El Celaque, el pico más alto de Honduras, y la cadena montañosa de la que forma parte y que se extiende por el Oeste hasta el Norte, son una formidable evidencia geológica de este proceso.