Desde la época indígena, la población del territorio estuvo en estrecha vinculación con las poblaciones de los territorios circundantes. Importa destacar que en aquellos tiempos este territorio fue una frontera cultural, lugar adonde se marcan cortes y diferencias pero también adonde ocurren encuentros, intercambios, mezclas entre culturas. El territorio de Honduras fue una frontera cultural porque según las definiciones de los estudiosos, dentro del mismo confluyeron dos áreas: Mesoamérica y el Área Intermedia o Macro-chibcha.