Los primeros censos, con información más confiable y abundante que informaciones anteriores, se levantaron a finales de la Colonia. Resultado de su visita pastoral en 1791, hizo censo de sus feligreses el Obispo Fernando Cadiñados y en 1801 el Gobernador-Intendente Ramón Anguiano, cumpliendo instrucciones reales hizo lo propio. Estos Censos contabilizan unos 130 mil habitantes para los años previos a la Independencia, de los cuales un 60% son mestizos, un 30% son indígenas, un 6% blancos criollos y un 4% africanos. El afrodescendiente suele ser esclavo pero de carácter doméstico; los criollos nacidos en la provincia aventajan en mucho a los peninsulares recién llegados de España, los indígenas están concentrados en sus pueblos, en la zona occidental y los mestizos-pardos son trabajadores libres en las minas, artesanos y peones de las haciendas.
El Censo del Padre Vallejo: Levantó este censo, a partir de 1887, don Antonio R. Vallejo quien era el Director General de Estadísticas nombrado desde el gobierno de Soto. El censo contabilizó 381.938 habitantes, aun siendo muy exigua, sin embargo se ha duplicado la población existente en la Colonia. Los Departamentos más poblados son Tegucigalpa, Choluteca y Copán, pero la mayor concentración se da en la zona occidental; Olancho luce despoblado y entre las 20 principales villas no se menciona alguna de la Costa Norte. El puerto más activo es Amapala, por donde fluye la producción minera. Vallejo culmina su censo con un recuento de los profesionales universitarios y empresarios, artesanos y pequeños fabricantes. El censo ya no tiene carácter étnico, como en tiempos anteriores.