Los españoles contaban con la experiencia peninsular de establecer ciudades de nueva planta a partir del uso de cuadricula, especialmente en zonas reconquistadas a los musulmanes o en áreas de desarrollo poblacional.
Habiéndose hecho el descubrimiento por mar o por tierra conforme a las leyes y ordenes que de él tratan y elegida la provincia y comarca que se hubiere de poblar y el sitio y lugar de hacer las nuevas poblaciones y tomando asiento sobre ello, guarden la forma siguiente: en la costa del mar sea el sitio levantado sano y fuerte, teniendo consideración al abrigo, fondo y defensa del puerto (es el caso de la fundación de Trujillo); en esta y demás poblaciones de tierra adentro, elijan el sitio sin perjuicio de los indios y naturales o con su libre consentimiento y cuando hagan la planta del lugar repártanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor y sacando desde ella las calles a las puertas y caminos principales y dejando tanto compas abierto que aunque la población vaya en crecimiento se pueda proseguir y dilatar en la misma forma.
Trazados arquitectónicos en las fundaciones
La citado anteriormente también hace referencia a que deben tomarse en cuenta aspectos físico-geográficos y poblacionales que se debe considerar a la naturaleza como un todo y como un medio indispensable en esa futura Villa, Real, Ciudad o Fortaleza, que se desarrollará bajo normas de ordenamiento, en el cual los materiales en las construcciones, la elevación de las casas, la ubicación de los corredores, la anchura de las calles, la extensión de los aleros de las casas, estarían condicionados por las ordenanzas contempladas en la Legislación Indiana.
A partir de estos criterios, en Honduras podemos identificar diversos estilos arquitectónicos en las fundaciones coloniales, entre ellas: los trazados de plano en parrilla, conocidas también como trazados en damero, trazados de planta minera, reducciones indígenas que podían ser de la real corona, de cacique o religiosas.
Trazado Renacentista /Plano en Parrilla
Los trazados renacentistas casi siempre reunían cuatro elementos geográficos como: topografía plana, ríos caudalosos, montañas alrededor y población indígena. Ejemplos clásicos en Honduras son: la ciudad de Gracias a Dios, hoy Gracias, Lempira (1536), Nueva Valladolid de Comayagua (1537), esta la ciudad típica de trazado en damero, Xerez de la Choluteca (1534), San Jorge de Olancho (1539), Tegucigalpa (1579), hay más ejemplos, pero los más significativos pueden ser los mencionados.
Trazados de Planta Minera
Los pueblos de trazado de planta minera, son aquellas fundaciones en donde su topografía es irregular, pero que en su subsuelo se encontró gran potencial económico en metales. Ejemplos de estos trazados son: Santa Lucía, Cedros, San Antonio de Oriente, El Corpus, Yuscarán, Opoteca, pueblos que algunas compañías mineras hoy, han querido insertarlas a ese pasado de explotación de sus recursos y que sus pobladores han manifestado resistencia, planteando sus pobladores, que lo que debe desarrollarse más bien son proyectos de turismo natural y cultural con visión sostenible para sus comunidades.
Trazados de Reducción Indígena
Las reducciones indígenas, básicamente, son todos aquellos núcleos de población en la que se debían reasentar los indios, separados de las villas o ciudades donde vivían los españoles, desde los inicios de la presencia española en Honduras, la Corona se había preocupado por la constitución de pueblos indígenas, ordenaba que estos vivieran en los pueblos de los españoles, y que estos a través del adoctrinamiento de parte de los Encomenderos, se creía que con la conversación continua que con ellos tendrían, así como asistiendo a la iglesia los días de fiesta a oír misa y los oficios divinos, y ver cómo los españoles lo hacen, más pronto lo aprenderían de la religión católica.
Sin embargo, los abusos de los encomenderos y, sobre todo, el carácter "evangelizador" del estado castellano, que fundaba sus derechos sobre las tierras y personas en el encargo papal de evangelizar a los indígenas, le hizo organizar los esfuerzos necesarios para facilitar el trabajo de los misioneros Mercedarios y Franciscanos, para lo que era imprescindible la concentración de los indígenas en pueblos y ciudades al estilo castellano, si bien separados de los españoles, hoy estas reducciones son todos esos pueblos del interior, llámense Gualsince, Texiguat, Piraera, Curaren, Liure, Oropolí, etc.







