Un aspecto interesante de la población de Honduras en el siglo diecinueve es que, geográficamente hablando, el país permaneció relativamente inmóvil. Durante muchas generaciones, los habitantes de las tierras altas rara vez emigraron de sus poblados. El país no experimentó grandes movimientos demográficos sino hasta fines del siglo, cuando las compañías atrajeron personas a la costa de Caribe, con ofertas de trabajo muy bien remuneradas, en las plantaciones de banano y fruta.
Población estimada de Honduras de 1820 a 1870 (en miles)
Años |
1820 |
1830 |
1840 |
1850 |
1860 |
1870 |
Población |
135 |
152 |
178 |
203 |
230 |
265 |
Toda esta población ha vivido en una peculiar topografía, la cual ha probado ser perjudicial al progreso en dos formas: baja densidad demográfica y costos de transporte relativamente altos entre pueblos y puertos.
En cuanto a la estructura social, la población indígena en el siglo XIX sigue siendo mayoritaria y se identificaran por medio del idioma, la vestimenta, la membresía comunitaria y la agricultura de subsistencia en aldeas o tierras comunales.
Otro grupo es el “ladino”, que habría de significar alguien presumiblemente de raza mixta, plenamente hispano en lo cultural, que tenía derecho a escapar del trabajo forzado de los indígenas y que potencialmente merecería compartir la explotación de éstos, como capataz, reclutador de mano de obra, agiotista, pulpero, etc.
Igualmente, «mulato» era utilizado más frecuentemente para referirse a poblaciones de mezcla virtualmente idéntica a la anterior pero cuya posición era más baja en la escala social o caracterizada por la insubordinación en cuanto a sus asentamientos, las obligaciones tributarias y laborales, o la composición del hogar.
Así, tres de las grandes etiquetas asignadas a los de origen mixto ladino, mestizo y mulato tenían claras connotaciones sociopolíticas que iban más allá de cualquier esquema hereditario racial, y estos significados iban cambiando con el tiempo.
Otro grupo es el «zambo» (indio- africano) se usaba casi siempre para referirse a los zambos mosquitos, lo que constituía un aserto claramente político y militar sin ninguna pretensión de objetiva base racial.
La entrada de ricos mestizos en las filas de la sociedad blanca vía matrimonio fue parte de esa dinámica social, como parte del avance y consolidación del Estado y la participación de estos grupos en la economía de exportación sobre todo con aquellos productos considerados ya no tradicionales como el café.













