Reacción de Honduras ante proyectos de comunicación interoceánica
Desde el Siglo XVIII se manifestó el interés por construir una vía terrestre de comunicación interoceánica a través del territorio de la provincia de Honduras; sin embargo, el proyecto no se llevó a cabo debido a la oposición de Panamá y a los altos costos de la misma. Después de la Independencia de Centro América, crece el interés por la construcción de una vía interoceánica por parte de Inglaterra y los Estados Unidos de América; la primera debido a sus intereses comerciales como marítimos y el segundo porque deseaba contar con una ruta corta y segura en el Este y el Oeste del país.
En 1853, Ephraim George Squier, representante de Estados Unidos en Centro América, por medio de una contrata firmada con el Presidente José Trinidad Cabañas, obtuvo una concesión del gobierno de Honduras para la construcción de un ferrocarril desde Puerto Cortés hasta el Golfo de Fonseca y organizó una compañía para tal fin; sin embargo, su proyecto fracasó. A pesar de lo anterior, en 1856 organizó una nueva compañía, radicada en Londres, para la construcción de la vía de comunicación y se hicieron los estudios correspondientes. La construcción del ferrocarril no se inició debido a guerras en Europa, la Guerra de Secesión en los Estados Unidos de América, la invasión francesa en México y al clima de incertidumbre que afectó a los empresarios ingleses.






