“El período Republicano es testigo de grandes cambios arquitectónicos iniciando una arquitectura de influencia neoclásica e historicista de finales de siglo XIX y principios del siglo XX, hasta la revolucionaria arquitectura Moderna o Estrilo Internacional de hierro, vidrio y hormigón armado, momento histórico donde surge la participación de profesionales de la arquitectura, considerados pioneros en su campo.
A inicios del siglo XX, se inicia en Honduras la construcción de obras arquitectónicas en estilos eclécticos historicistas. Los creadores más relevantes de la época son los geómetra Augusto Brezzani, italiano que diseña la Casa Presidencial (1916-1919), el Palacio del Distrito Central (1937) en coordinación con Samuel Salgado quien diseñará también la casa de Villa Roy 1936. Don Cristóbal Prats quien construye el Teatro Manuel Bonilla en estilo Neoclásico y Alfredo Zepeda que construye el Puente Carías con inspiración Art Deco. El arquitecto Bustillo Oliva diseña el edificio de la Alcaldía de San Pedro Sula con influencias de Art Decó…”

(Grupo Decca, 2013)

Citando la Guía de arquitectura y paisaje de Honduras. La proclamación de la independencia centroamericana en 1821, hizo que creciera un sentimiento generalizado por emular los ideales republicanos de la Revolución Francesa y borrar cualquier referencia con la España monárquica, iniciando cambios en la estructura social, cultural y política de la Federación. Algunos de esos cambios fue la eliminación paulatina de los elementos arquitectónicos relacionados con la Colonia: como los escudos y otros símbolos reales tallados en piedra en las fachadas y portadas de inmuebles residenciales e institucionales. Sin embargo, las nuevas edificaciones no pudieron desligarse completamente de la herencia hispana.

El poco desarrollo de obras de infraestructura se debió a la inestabilidad política del istmo centroamericano, marcada por las constantes batallas entre facciones conservadoras y liberales, el caudillismo, los numerosos y breves mandatos presidenciales y la pésima gestión financiera de préstamos foráneos que llevaron a cabo algunos gobiernos.

Por otra parte, las concesiones otorgadas a compañías transnacionales, la mayoría de ella estadounidenses, dedicadas a la explotación minera y al cultivo de banano hizo que en el litoral norte de Honduras os directivos y propietarios extranjeros se instalaran junto con sus familias en conjuntos residenciales privados, fenómeno urbano que aún pervive hasta nuestros días como es el caso de la zona americana en La Lima.