La novela más representativa de la Reforma Liberal fue “Blanca Olmedo”, escrita por Lucila Gamero. Ya en el siglo XX encontramos dos escritores polifacéticos: poetas, narradores, ensayistas, antólogos, periodistas y gestores culturales que ganaron justa fama internacional y fueron Rafael Heliodoro Valle y Froylán Turcios. A continuación, surgieron importantes figuras de pensadores y prosistas como Alfonso Guillén Zelaya, Arturo Mejía Nieto, Marcos Carías Reyes, Arturo Martínez Galindo, Medardo Mejía, Clementina Suárez y en tiempos más recientes se podría mencionar a los poetas Oscar Acosta y Roberto Sosa y al novelista Roberto Castillo.

En los años veinte, la moderna pintura hondureña se va afianzado por medio de Confucio Montes de Oca y Pablo Zelaya Sierra y ha desembocado en artistas como Miguel Ángel Ruiz y Mario Castillo, en tanto que en la escultura ha sobresalido Mario Zamora. El periodismo avanzó con “Diario El Cronista” y el editorialista Paulino Valladares. Notables músicos como Francisco R. Díaz Zelaya han sido continuados por investigadores del folklore como Rafael Manzanares que ha rescatado los sones del xique, melodía criolla tradicional.

Se han recuperado artesanías indígenas, sobre todo, en alfarería y tejidos, de origen lenca, en la región occidental. En los años 70, el teatro conoció un repunte impulsado por el autor hispano-hondureño Andrés Morris. Se está gestando la formación de una joven cinematografía. El canta autor Guillermo Anderson ha combinado poesía, cotidianidad, y música de un claro acento nacional en canciones de singular hermosura.