Una de las condiciones observable durante el gobierno de Tiburcio Carías, es la constante crisis social y política, manifestada en la reducción de salarios, reducción de empleos, aumento de impuestos, que a la vez generan resentimientos sociales, protestas en contra de los gobiernos de mano dura, provocado por la depresión del capitalismo mundial. 

El movimiento popular irrumpió en 1954 con la gran huelga bananera que significó para Honduras ponerse al tanto de tareas pendientes como la libre sindicalización, el salario mínimo, la jornada de ocho horas, las vacaciones pagadas. En unos primeros momentos se juzgó que todo esto era comunismo pero el movimiento popular ha tenido en Honduras una vertiente democrática indudable.

Las políticas de desarrollo social, desde 1950 hasta las introducidas por los militares han sido factor de estabilidad en Honduras y han contenido los brotes de guerras revolucionarias como, por este tiempo, tuvieron lugar en los países vecinos. Esto ha inducido el juicio de que los hondureños somos gentes pacíficas y partidarios del diálogo y la convivencia.

Villeda Morales asume el poder en noviembre de 1957, emprendiendo la modernización del país, creando instituciones autónomas de servicios, promulgación de la Ley del Fomento Industrial, emitió el Código del Trabajo, incrementa el presupuesto para la educación pública, la paridad industrial en el gobierno universitario.  Mantuvo una posición anticomunista y apoyó la política contrainsurgente a favor de los Estados Unidos, un intento de Reforma Agraria que choca con las oligarquías terratenientes, con las fuerzas armadas y las compañías bananeras, hasta relegar la Reforma Agraria en una simple colonización agrícola.

 

Apoyó el sindicalismo democrático, apoyando a federaciones sindicales como la Federación de Trabajadores Norteños de Honduras   (FESITRAN) y organizaciones campesinas como la Asociación Nacional de Campesinos de Honduras (ANACH).  Fomentó el proceso de industrialización, impulsó el proceso de electrificación, creación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, y consolidación del sector industrial que favoreció el fortalecimiento de la burguesía local.

En 1969, se dio la guerra de las 100 horas, guerra entre Honduras y El Salvador, cuya causa fue la incómoda posición de Honduras, frente al Mercado Común Centroamericano, la idea era precisamente separarse del Mercado Común Centroamericano, puesto que los mercados hondureños habían sido absorbidos por la producción industrial de El Salvador, el hecho de que Honduras antes de la guerra había empezado a expulsar a campesinos salvadoreños de tierras hondureñas; sólo  fue un motivo de provocación para iniciar la guerra, cuyo objetivo fundamental era desligarse de la incómoda posición de Honduras en el Mercado Común Centroamericano.