El territorio hondureño es un escenario geográfico con sierras, sistemas montañosos, mesetas, valles, planicies costeras, litorales, cuencas y subcuencas hidrográficas, un lago de gran magnitud y belleza, y varias lagunas (Chilingatoro en Intibucá, Caratasca o Cartago, Brus, Ibans en Gracias a Dios, Alvarado en Puerto Cortés, Los Micos en Tela, Guaimoreto en Trujillo; ciudades, pueblos, aldeas, diversos microclimas, flora, fauna y seres humamos. A estos últimos se debe, el haber desarrollado en este territorio, a lo largo de los siglos y milenios, diversas formas de cultura.  Entre otras muchas cosas, su cultura, ésta siempre ha estado en un dinámico proceso de cambio, lo que ha provocado a dialogar con cuanto existe en ese su gran escenario geográfico.